En estos días no se requiere de mucho para enojarnos. Un solo marisco que ruede de un plato que manipula el mozo sobre nuestro traje nuevo nos hace estallar, ciertamente, e un mini segundo. Y entrar en autopista de transito atascado es sumergirse en una fuente segura de estrés, especialmente cuando se haciendo tarde para algún compromiso.

La verdad es que son las cosas pequeñas de la vida diaria, en vez de las grandes crisis, las que consumen lo mejor de cada uno de nosotros. "Cuando el estrés lo tenga a usted contra las cuerdas, es el momento de mirar de donde vienen realmente los golpes", dice el psicólogo Albert Ellis, coautor con el Dr. Arthut Lange del nuevo libro Como hacer que otro no interfieran con usted.   

"Casi toda la ira viene de una mismo", dice. "Agravamos las situaciones por la forma en que pensamos de ellas". Ellis, que es conocido como el abuelo de la terapia del comportamiento cognitivo, cree que con un poquito de practica, cualquiera puede aprender a controlar su temperamento y llevarse bien con la gente detestable. 

¿Cuál es el truco para evitar que nos enojen? 

Lo primero  que debe hacer es reconocer que el problema no esta con ellos, sino con usted. Usted es el único que puede hacerse enojar. Esta es la forma en que la mayoría se enoja: Si algo no les gusta, mentalmente exigen que no sea de esa forma. Esa demanda aviva el fuego de la furia. Siempre que usted no puede ser cambiado, echará humo.

Veamos un buen ejemplo de una situación laboral:  

Supongamos que su jefe es una persona que llamaría odiosa. La recarga de trabajo, le criticas sin justicia, y hace todo para molestarlo. Ya de regreso a casa, usted piensa: "Este tipo no debe portarse de esa manera, no debe continuar haciéndome sentir que tenga una vida miserable". Usted tiene todos los ingredientes para empezar a cocinar un estallido y de hecho el estofado esta ya en marcha.

Ahora tome una situación diferente. En vez de lo anterior dígase a usted mismo que su jefe actúa de la forma en que lo hace porque ¡ qué lástima! esa debe ser su manera de ser. Así debe ser él por naturaleza. En vez de llegar a una exigencia mental que al final usted terminara desalentado, acepte que él es una de esas cosas que usted no puede cambiar en esta vida. Es sorprenderte, pero este simple cambio de actitud puede realmente apagar las llamas.

¿Esta actitud evitará que estallemos contra nuestro hijos también? 

Puede ser. Pero cuando se trata de los hijos nuestros problema es realmente muy simple. Tenemos la tendencia a dramatizarlo todo, a presentar las cosas de manera mas grave de lo que son. Si su hijo adolescente llega tarde a casa o ha mentido, no piense en algo horrible. Eso no significa que mañana va a pasar a consumir alguna droga o a estar en malas amistades. Simplemente, sea comprensivo con él o con ella. Respire profundo varias veces para reciclar oxigeno de su cuerpo. Luego háblele de buenas maneras.

Y qué si usted está ya perdiendo la paciencia. ¿No debería dejar salir el enojo?

Eso es lo que los terapistas le dicen que haga. Aconsejan: "Expresarlo". Pero, cuando mas golpee usted la almohada, mayor sera su enojo. ¿Y qué hay de esas tecnicas de relajamiento por ejemplo? Son solo distracciones que pueden funcionar temporalmente, pero no cambiaran la filosofía que causa el disgusto. Cuando usted se da cuenta de que su ira esta en aumento, dése un descanso relajante por unos cincos minutos e identifique esa exigencia personal suya que lo esta sacando de casillas. Con el acto deliberado de pensar en lo que esta enojándolo, usted terminara por admitir que no vale la pena enojarse.

Fuente:Hombresaludable